domingo, 29 de noviembre de 2009

The Killers versus Manu Chao

El interior de uno mismo es un territorio ajeno a las leyes de la física y por eso es que, a veces, el agua y el aceite pueden mezclarse.
El viernes fui al recital de The Killers y anoche, sábado, al de Manu Chao. Fue un fin de semana de contrastes. Las Vegas versus Tijuana. Palermo versus Floresta. La disco versus el barrio. English versus castellano(+ français + euskera). El ego de Brandon Flowers, cantante de The Killers, versus el anti-ego de Manu Chao. Abajo del escenario, eclosión histérica adolescente versus calma marihuanera. El orden perfecto versus el caos y la improvisación. Una banda yanqui (aunque con sonido europeo) versus el artista contestario anti-imperialista. Un recital que se sabía con que tema iba a terminar versus otro que parecía no terminar nunca. Un recital sin invitados versus otro con varios (Fermín Muguruza, Tonino Carotone!). La melancolía, por momentos, de The Killers versus el optimismo a prueba de balas de Manu.
Talento, mucho talento en los dos recitales. Dos voces que suenan igual en vivo que en las grabaciones. Tremendos músicos en cada banda (mis reverencias para Gambit, el bajista de Manu).
Dos noches que salté cual condenado como si la tierra quemara constantemente mis pies.
Imposible decir quien venció en el duelo. Igual no me importa, el que ganó fui yo.